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viernes, abril 26, 2024
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El periodismo con los hacedores de la historia

Por historia y por compromiso, El Colono del Oeste fue y seguirá siendo el diario de los pueblos y ciudades del departamento Las Colonias.

Periodismo que fue testigo y actor de la historia. Desde 1878 hasta hoy.
La vigencia de un estilo, en un periodismo que continúa.

En esta instancia entonces, no hay mejor modo de festejar el Día del Periodista, que honrando a quienes noblemente viven y han vivido, historias que se convierten en extraordinarias con el paso de los años.

Andrea Palomeque nos cuenta en primera persona, la historia de una escuela que ha cambiado a todo un pueblo.

“Mi nombre es Andrea Palomeque, ex alumna de la E.E.S.O José Keller Nº 375 de la localidad de Grütly, en la actualidad me desempeño como secretaria del establecimiento, ya hace 14 años.

La escuela el 9 de mayo cumplió sus 32 años de vida. Una vida llena de proyectos, ilusiones, sueños compartidos y mucho amor hacia la institución. Que crece año tras año, con la ayuda de muchas personas: los egresados que en sus años en la institución aportan su trabajo y dedicación, las familias colaborando, el resto de instituciones del pueblo, personas que de forma individual colaboran, aportes tanto a nivel nacional, provincial y local, y muchos beneficios más que se van obteniendo poco a poco.

Hablar de “la José Keller” como la llamamos nosotros, los grütlyenses, es hablar de mi vida completa, y lo digo porque yo comencé a los 20 años (estudie más tarde, ya que antes no había escuela secundaria). Pertenezco a la primera promoción. Esto para Grütly, una localidad tan pequeña significó un adelanto, sus jóvenes ya no tenían que migrar a otras localidades y podían seguir sus estudios en su localidad junto a sus familias.

Yo me encontraba en ese grupo de jóvenes que no tuvo acceso a terminar la escuela primaria y continuar la secundaria porque mis  padres no me pudieron enviar a estudiar a otra localidad como lo hacían un reducido números de jóvenes que estudiaban en Humboldt, Esperanza o Rafaela.

Al abrirse la escuela, en su momento un espacio muy pequeño, para mí fue un sueño hecho realidad. Tanto yo como otros, iban a poder estudiar, por eso es que la amo tanto.

Los primeros alumnos oscilaban entre 13 y 21 años y los primeros profesores en su mayoría eran de Rafaela, Esperanza, Humboldt y un reducido número de Grütly. La Directora, organizadora y profesora de Matemática, Físico Química, la señora María Mondino de Leigener de la ciudad de Rafaela. Más que directora fue una gran amiga y en la actualidad todavía seguimos siéndolo, nos contactamos por facebook, teléfono y cuando se la invita siempre acude a las fiestas que proyecta la escuela.

A los profesores que pasaron por la escuela los recuerdo con mucho amor, ellos “hicieron Patria”, en su momento, ya que no había ruta, por lo que trabajar día a día era un gran sacrificio. Muchas veces, también, eran los padres de los alumnos, quienes los buscaban en sus autos particulares, y llegaban al pueblo para poder dar clases. En mi caso, muchas veces era mi marido, ya que yo ya me había casado en ese momento. No faltaban nunca, eran super responsables, trabajadores, innovadores, también amaban a la escuela. Al cabo de un tiempo la cooperadora compro un auto y un señor los buscaba también a Humboldt, pero ahí ya teníamos ruta pavimentada.

Fueron 5 años hermosos, mis compañeros que hasta la actualidad seguimos siéndolos, NIDIA AUCE, BETIANA GONZALEZ, MARCELA BODRONE, PAMELA ROSSI, PATRICIA WEPPLER, DAMIAN  ISAIA, CRISTIAN NUVRENI, ARIEL PALOMEQUE (mi hermano, que en ese momento tenía 17 años).

Nuestro proyecto de Servicio fue dejarle a la escuela un aula nueva, con el Profesor Daniel Tell, también de la ciudad de Rafaela. Que era el responsable de la materia.

En su momento, nuestra promoción, la primera como ya dije, fue todo un suceso para el pueblo. Fueron los y las docentes, quienes nos prepararon todo de forma sorpresa, por así decirlo, ya que no podíamos ver nada. También se anunciaba el evento por la propaladora. Todos felices por ver a Grütly avanzando, y así también a sus jóvenes.

A la fiesta, que fue hermosa y muy cálida, asistió casi todo el pueblo, primera promoción 1992. Conservo mi tarjeta de papel vegetal, hermosa. Una medallita que nos regalaron y un clavel que me lo entregó, mi marido y mi hija Celeste que tenía 3 años (hoy ya tiene 30) y yo estaba embarazada de 7 meses de mi otra hija, Rosario.

Por eso les digo que la Escuela secundaria, corría paralela a mi historia familiar. Fue mucho sacrificio: una hija, una casa, un marido. Pero nunca falté por no tener ganas de ir a la escuela, era mi obligación, quería estudiar, progresar en la vida. Para ese momento, ya tenía planificado mi futuro iba a continuar estudiando de maestra en la localidad de Esperanza. Y así, puede hacerlo. La Escuela, mi lugar, el lugar de muchos, me permitió ser quien soy hoy. Dado que además, hoy tengo el honor de estar en ella día a día y seguir trabajando, porque soy secretaria de la misma. Esta escuela es mi segunda casa, la veo crecer, veo pasar adolescentes, veo sus subidas y bajadas. Agradezco a la vida que me sigue permitiendo estar en ella, y crecer también. Gracias a ella por todo lo que me ofreció, me sigue ofreciendo, y sobre todo a cada uno de los que pasa por ella. Somos la familia extendida de cada familia del pueblo, y entre todos hacemos que, tomados de las manos, ella siga iluminando nuestras vidas.

Gracias “José Keller” por ser la vida y la historia misma”.

La foto ilustra uno de los encuentros realizados en la Escuela José Keller.