“Hace 15 años que vivo en la ciudad de Puerto Madryn” en Chubut dice a El Colono del Oeste el entrenador de arqueros Hénán Bonetti, con su voz cargada de afectos y de nostalgias.
“Me vine en el año 2000 a jugar para la CAI de Comodoro Rivadavia. Estuve en Independiente hasta el año 2002, cuando ascendimos al Nacional B, con Marcelo Fuentes como Director Técnico.
Entonces fue que Brown de Puerto Madryn me llevó a jugar en ese club, al primer equipo que ascendió al Argentino “A” en el año 2003″ nos cuenta el futbolista nacido en Grutly.
En ese club de la Patagonia, que es un lugar muy querido para el guardapalos fue contratado entonces como entrenador de arqueros, actividad que cumple en la actualidad.
Recuerda con emoción el “ascenso en el año 2011 al Torneo Nacional, donde nos enfrentamos con clubes como Rosario Central, Gimnasia y Esgrima de La Plata y River Plate. En ese mismo torneo fue que descendimos y en el año 2015 ascendimos al Nacional “B” donde estamos hasta la fecha”, relata el entrenador de arqueros.
Cabe comentar que no sólo Bonetti es entrenador de arqueros sino es el Coordinador de Arqueros en todas las categorías del Brown.
Siempre cerquita de la LEF
Hay otra particularidad. Hernán es hermano de Néstor Bonetti, entrenador de Unión de Santo Domingo.
“Yo sigo los partidos por Internet, así estoy muy cerca del fútbol de la Liga Esperancina desde siempre.
Este domingo pasado seguí el partido entre Santo Domingo y San Martín de Progreso, y la verdad no me gustó el arbitraje. Me parece que le faltó jerrarquía. Y lo sufrí, porque además estaba mi hermano en el banco y sé como se rompe el alma, como otros, para llevar el futbol de la Liga muy alto.
Sinceramente siento que tanto el árbitro como los jueces de línea perjudicaron de uan manera determinante a Santo Domingo. El resultado de esos fallos benefició a San Martín y me dio bronca e impotencia. Creo que el fútbol LEF, los técnicos, los hinchas y los entrenadores se merecen un esfuerzo mayor en la tarea de jerarquización del arbitraje.
¿Sabés que pasa? Que en los clubes se labura mucho, es un enorme sacrificio el que se hace, para que tres pitazos den por tierra con todo lo que buenamente se hace, sobre todo, lo que cuesta el armado de los planteles, como lo hacen varios clubes de la LEF” afirma el apasionado del fútbol, que, lejos, a 17 horas con 21 minutos para recorrer los 1559.2 km por RN33, sigue siendo un enamorado de su tierra y un apasionado del futbol que lo vio de pibe, calzarse los guantes y atajar en los arcos que le parecían enormes, en la soledad más absoluta que tiene un jugador de fútbol, que queda ubicada justo debajo de los tres palos. (D.F)