Un kilograma de carne molida de ganado vacuno cuesta ahora 900 pesos. Una cerveza de las marcas más económicas 270 pesos. Una lata de cerveza el valor es de 150 pesos. Una cerveza de calidad cuesta 350 pesos en una despensa o kiosco.
Los aumentos también en gaseosas van del 25 al 40 por ciento y hasta el 50 por ciento en algunos casos.
Mientras los despenseros se toman la cabeza, los precios cuidados desaparecieron de las góndolas de los grandes centros comerciales.
El cerdo y el pollo serán carnes obligatorias paraamplios sectores de la sociedad mientras que la carne vacuna ya es para los argentinos pudientes.
En un par de meses, los aumentos se “comerán” el salario y sus incrementos, salvo el de algunos sectores de los trabajadores del Estado, bancarios, lácteos y camioneros.
Una gran parte de los salarios de los trabajadores argentinos están por debajo de la línea de pobreza. Ni hablar los dineros que reciben mensualmente los jubilados.
Este es el primer golpe de precios antes de que empiece el verano, los que vendrán se esperan menores, pero con los nuevos precios, un 10 por ciento será muy fuerte.
Y restan todavía para empezar el año con menos dinero, los aumentos de impuestos, municipales, provinciales y nacionales y los de servicios esenciales.
Como para que los argentinos comiencen un verano bien calientes.