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lunes, mayo 6, 2024
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Tiempo cuaresmal de gracia

Iniciamos el miércoles 22 de febrero el “Tiempo cuaresmal”, en el que, con profunda devoción, recorreremos junto al Redentor del mundo, nuestro personal “Camino de Conversión”.

En la simbología de Fe, el número cuarenta nos remonta a los cuarenta días que pasó Moisés, en el Monte Sinaí; los cuarenta años en los que el Pueblo judío caminó, en busca de la Tierra Prometida; los cuarentena días y noches en los que Jesús se preparó, para la Misión encomendada por Dios Padre.

También son cuarenta días, los que distan desde el Miércoles de Ceniza, hasta el Domingo de la Resurrección.

Este es un espacio de tiempo privilegiado, en el que estamos invitados a reflexionar sobre nuestro compromiso cristiano.

Día a día, nos adentraremos en la Vida Pública de Jesús, intentando descubrir el Misterio de Su Amor y de Su Entrega. El Hijo de Dios, comparte nuestro quehacer cotidiano, haciéndose en todo igual a nosotros, “menos en el pecado” (Hb 4,15).

Él es nuestro Hermano Mayor y desea que experimentemos Su cercanía, en este caminar juntos aceptando y entregándole los gozos y las pruebas. San Pablo en la Carta a los Hebreos, nos ilumina e invita a que “vayamos confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno”.

En este Tiempo, el Señor nos brinda una nueva oportunidad, para que renovemos las Promesas Bautismales, manifestando nuestra Profesión de Fe en una sola Iglesia, que camina hacia la Jerusalén Celestial.

El Apóstol de los gentiles, nos exhorta a prepararnos mediante la lectura de la Palabra Revelada, “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu… y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. (Hb 4,12).

Tomemos la decisión de zambullirnos en la Fuente de Gracia, bebiendo de ella, calmando la sed y refrescando el alma, para reconocer aquello de lo que aún, debemos convertirnos…

Las cenizas que se utilizan, en este inicio del Tiempo de Cuaresma, se obtienen quemando palmas y/o ramas de olivo utilizadas el Domingo de Ramos, del año 2022. Es otro simbolismo que nos alerta sobre los triunfalismos mundanos, donde pasado el tiempo muy pocos recuerdan o valoran y que terminan transformándose en cenizas…

También es ocasión para pedir perdón y perdonar a todos sin excepción, orando con el corazón y encarnando cada palabra del Padre Nuestro.

 

La fórmula de la “Imposición de las Cenizas” hace alusión al Mensaje de Jesús: “Conviértete y cree en el Evangelio” (Mc 1,15).

Convertirse”, es seguir a Jesús, con pleno arrepentimiento de nuestras faltas, aceptando el Don gratuito de la Salvación que vino a traernos.

Creer”, es da un “si” confiado, como el de María, pidiendo la gracia de acrecentar nuestra Fe, entregando nuestros corazones a un solo Dios Verdadero.

Evangelio”, significa “Buena Nueva” centrada en el Nuevo Testamento que explicita la nueva y definitiva Alianza de Dios con el hombre, por medio de Jesucristo, que es “… el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6).

 

Que podamos en este Tiempo de Gracia, leer, meditar, vivir el Evangelio y transmitir Su Mensaje con nuestras acciones, siendo auténticos Discípulos del Maestro.

 

 Coordinación AEP (Boletín Parroquial Nº 2821, Basílica Natividad de la Santísima Virgen)