Silencio. Nada más que voces por lo bajo. El tema es muy difícil de tratarse, porque se trata de víctima y victimario de muy corta edad, ambos menores y con lazos familiares muy cercanos.
Algunos señalan que la víctima tendría 8 años, mientras que otras fuentes indican que la niña cuenta con 10 años. La diferencia de edad no cambia el daño y el riesgo.
El menor sería su hermanastro, en plena adolescencia. Estaría implicado en un caso de abuso sexual sin penetración carnal.
El menor sería el hermanastro de la niña, por parte de madre. Y el caso se supo en las últimas horas, aunque habría acaecido semanas atrás.
De acuerdo a lo que se sabe, pese a lo hermético que suele ser la policía y la justicia en estos casos de delitos privados -y más cuando son intrafamiliares, y peor aún, si están implicadas personas menores de edad-, la denuncia se habría hecho ante las autoridades policiales, habiendo tomado intervención distintos organismos oficiales que hacen a los hechos.
Las diversas fuentes consultadas por cronistas de este medio, ratifican que el caso existió, y que es lo suficientemente grave como para tenerlo en cuenta.
Lo que no se sabe, es el destino final de los protagonistas, su residencia actual, y su atención, dado la especial tipificación que tiene el delito denunciado.
Más aún,vecinos han indicado a periodiast de El Colono del Oeste, su preocupación porque se dice que el ambiente no es el mejor, dado que en el domicilio también residiría un joven, mayor de edad, que tiene serios problemas con la ley especialmente por sus antecedentes en robos y en el consumo de sustancias psicoactivas.
Todo este coctel complejo hace al interés de los vecinos y personas cercanas a la niña, que está en una etapa de su vida donde necesariamente precisa del acompañamiento de los organismos y de los profesionales del Estado, quienes seguramente ya deben estar actuando de la manera conveniente tanto con la víctima como con quien se lo acusa como victimario.