Desde el 8 de diciembre, la temporada oficial de actividades en plazas, parques y paseos, el Parque Nacional de la Agricultura y el Balneario, son espacios extraordinarios, para la comunidad esperancina y todala región.
El calor, que convierte a las ciudades en verdaderos infiernos, encuentra en estos lugares un espacio de verde, agua y naturaleza para compartir en familia y entre amigos.
Ya el Parque de la Agricultura es un centro de atención para miles de personas todos los fines de semana. El Balneario Camping Municipal también, aunque su fuerte son enero, febrero y marzo especialmente.
Las primeras carpas se esparcen por su amplio territorio. Desde las sombras de la alturas del Lago Artificial, rodeado de verde, los amigos y las familias, en sillones o simplemente tirados en el verde césped, toman tereré o alguna “birra” mientras disfrutan de ver los chicos, adolescentes y personas mayores que comparten el fresco del agua del lago, a orillas del Río Salado.
La seguridad, entremezclada con la gente o en un reparo de sombra, vestida de azul, mira que todo transcurra de manera normal.
En el amplio espacio verde, lleno de árboles, acampan las familas y los asadores están a pleno. El servicio de energía ocupa todo el campo. Las piletas interiores, para los más chiquitos y sus mamás, están a pleno, disfrutando del agua y del sol cuando promedia la tarde.
A la siesta, el sol está duro y pleno, y casi todo el mundo hace vida “de lagarto”, tirados en las sombras, despues del infaltable asado con ensaladas. Aunque muchos prefieren el lago y algunas mujeres se sacrifican para alcanzar el ansiado “marrón caribeño” que sueñan cada año.
Algunos pibes, cuando el sol está más soportable se le animan a un “picado” en las canchas de fútbol, otros chicos prefieren el basquet en la cancha de la explanada y los adolescentes entremezclados se divierten en la cancha de arena de voley.
Los esperancinos lo disfrutan. Pero también ya llegaron familias de Rafaela, San Justo y Santa Fe para pasar las fiestas en carpa. Otros simplemente disfrutan de la jornada.
Lo cierto es que en enero y febrero, más si se quiere una temporada “gasolera” llegarán familias de diferentes ciudades de los departamentos La Capital, San Javier, San Cristóbal, Castellanos, Las Colonias, San Justo, 9 de Julio y de otras provincias como Córdoba, Entre Ríos y hasta de Buenos Aires.
Mientras le “esquiva” a una temporada de lluvia intensa que afecte al Cululú y al Salado, en la zona y aguas arriba, el Balneario Camping Municipal, con todos los servicios, está espectacular.