“La incertidumbre política y económica puso en compás de espera inversiones programadas, y eso afectó la capacidad productiva de algunas fábricas”, indicaron.
Durante septiembre, las empresas trabajaron con 73% de su capacidad instalada, prácticamente en los mismos porcentajes que agosto. La incertidumbre política y económica puso en compás de espera inversiones programadas, y eso afectó la capacidad productiva de algunas fábricas.
Por otra parte, se acentuaron los problemas para obtener materias primas y otros insumos. Las empresas encuestadas tampoco consiguieron repuestos de maquinarias y debieron demorar o reducir escalas de producción.
La cadena de pagos fue un problema constante: por temor a las disparadas de precios, los proveedores solicitaron pago contado e incluso anticipado para entregar mercadería, condiciones que las pymes no pudieron cumplir.
Estos resultados surgen del índice de producción industrial pyme (IPIP) que elabora CAME en base a una muestra que alcanzó a 413 industrias pyme a nivel federal.