Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, Kim Jong-un, heredero del régimen autoritario que fundó Kim Il-sung, parece haber comenzado una cadena de provocaciones nucleares, al punto que el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, declaró que “Estados Unidos tiene derecho a defenderse y a defender a sus aliados”. Las tensiones entre Washington y Pyongyang preocupan al mundo cada día más.
Sin embargo, la obsesión de Kim por convertir a Corea del Norte en un país con armas nucleares precede al gobierno del republicano y su dialéctica sonora. En realidad, nada tiene que ver: la escalada nuclear de Corea del Norte comenzó durante un gobierno demócrata, el de Barack Obama, con la primera prueba realizada en 2006.
El 9 de octubre de ese año el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) registró un temblor de magnitud 4,2 en la Península Coreana, a la altura de la provincia de Hamgyong Norte. En aquel momento los expertos —entre ellos, el prestigioso Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales de Harvard— lo consideraron más simbólico que otra cosa: se estima que Kim realizó una explosión de 1 kilotón, la décima parte de una prueba en la mayoría de los demás estados nucleares.
Desde entonces Kim ha amenazado la paz mundial con un tipo de armamento que, como se sabe desde los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki que definieron el final de la Segunda Guerra Mundial, tiene la capacidad de crear una destrucción horrorosa y sin comparación. La siguiente enumeración registra los momentos más álgidos de esa amenaza al mundo, que no ha terminado.
1. La historia: un programa nuclear secreto
Desde que Corea del Norte firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT), en 1985, hasta que se retiró en 2003, Corea del Norte negó haber desarrollado su programa de armas nucleares, que el mundo sospechaba que sucedía de manera clandestina desde 1980.
1992
Cuando el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) exigió que Pyongyang permitiera el acceso de inspectores a dos sitios de almacenamiento de basura nuclear, Kim Jong-il —padre del actual líder supremo, como se autodenomina— lo impidió de numerosas maneras.
1993
Por la presión internacional, Corea del Norte reaccionó de manera airada y amenazó con retirarse del NPT. No lo hizo.
1994
Corea del Norte firmó un acuerdo con los Estados Unidos para desmantelar sus antiguos reactores nucleares, cortesía de la ex Unión Soviética desde la década de 1950, a cambio de ayuda internacional para reemplazarlos por otros dos dedicados al desarrollo de energía, sin fines bélicos.
2002
El gobierno de George W. Bush denunció que Corea del Norte admitió haber violado ese acuerdo. Pyongyang reconoció que llevaba adelante un programa de armas nucleares.
2003
Corea del Norte se retiró del NPT y anunció al mundo que poseía armas nucleares.
2. In crescendo: la amenaza de la aniquilación atómica
Kim prepara una nueva prueba nuclear este mes de octubre de 2017 mientras la OTAN reconoce el derecho de los Estados Unidos a defenderse en caso de ataque. Esta parte de la historia comenzó 12 años atrás.
2006
Tres meses después de que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobara una resolución que exigía el fin de su programa de armas nucleares, Corea del Norte realizó su primera explosión nuclear y anunció su éxito.
2009
Luego de varias negociaciones por las cuales obtuvo fondos de ayuda internacional y fue quitada de la lista de estados que promueven el terrorismo, Corea del Norte realizó otra prueba nuclear, una explosión subterránea mucho más poderosa que la de 2006.
El 25 de mayo, según estableció Corea del Sur, la prueba se hizo en Kilju, al noreste de la península. Fue una demostración de fuerza que ahuyentó cualquier especulación sobre una crisis de sucesión, ya que el padre del actual líder, Kim Jong-il, había sufrido un ACV en agosto de 2008.
2010
Se descubre que Pyongyang posee una planta de enriquecimiento de plutonio.
2012
Aunque Kim aceptó detener por un tiempo el desarrollo de misiles de largo alcance y de armas nucleares, a cambio de ayuda alimentaria para los norcoreanos, un grupo de imágenes satelitales comerciales revelaron un sitio donde se realizaban preparativos para una nueva prueba nuclear.
2013
El 12 de febrero Corea del Norte realizó su tercer ensayo nuclear, el primero del gobierno de Kim Jong-un. Se estimó que fue de 6 o 7 kilotones, la tercera parte de la bomba de Hiroshima.
Los medios oficialistas anuncian que fue realizado “de manera segura” y que su objetivo es enfrentar “la escandalosa hostilidad” de los Estados Unidos que “violentamente” burla los derechos soberanos y pacíficos de Pyongyang a lanzar satélites.
2015
Pyongyang anunció que logró miniaturizar armas nucleares, con miras a crear bombas atómicas más livianas. La radio y la televisión estatales celebraron que el país había sumado a su arsenal la bomba de hidrógeno.
2016
El 6 de enero Corea del Norte anunció que había probado con éxito su bomba de hidrógeno. Los medios oficialistas hablaron del “éxito perfecto” del ensayo que había llevado “el poder nuclear [del país] al nivel siguiente”.
Sin embargo, las comprobaciones internacionales lo objetaron. Los Estados Unidos no lograron verificar el éxito de tal ensayo; Corea del Sur señaló que difícilmente se trató de un dispositivo de hidrógeno, ya que su agencia meteorológica no registró radiación alguna. Tampoco los detectores ambientales de Japón percibieron radiaciones.
Seis meses después de anunciar que tiene cabezas nucleares en miniatura que caben en misiles balísticos, Kim realizó una quinta prueba atómica, la segunda en ocho meses y la mayor hasta entonces.
Se estimó que la explosión fue de 10 kilotones. La primera señal del ensayo —que se realizó apenas terminaron los ejercicios militares anuales conjuntos entre Corea del Sur y los Estados Unidos— fue un temblor de 5,3 puntos en un área remota de la península.
2017
En su discurso televisivo de año nuevo, Kim anunció que pronto Corea del Norte probaría un misil balístico intercontinental (ICBM). Seis meses más tarde, se anunció que el ensayo se había hecho “exitosamente”.
La agencia oficial de noticias KCNA dijo que el país podía “llegar a cualquier parte del mundo” con sus armas y que se realizaría un ataque nuclear “en el corazón de los Estados Unidos” si se intentaba quitar a Kim del poder.
En agosto Pyongyang analizó un “plan operacional” para atacar el territorio estadounidense de Guam; lo anunció luego de que Trump dijera que si continuaban las amenazas de Kim, Corea del Norte enfrentaría “fuego y furia como el mundo no ha visto antes”.
En septiembre, el sexto ensayo de armas nucleares del régimen causó un movimiento sísmico de 6,3 puntos de magnitud, según el USGS; Pyongyang dijo que se había tratado de una bomba de hidrógeno que se podía instalar en la cabeza nuclear de un ICBM.
Fue la bomba más potente hasta el momento: se estimó que por su capacidad destructiva multiplica por 8 la de Hiroshima.