Las jornadas son inusuales y es que se siente el llanto de los niños. La vista de las jeringas y sus temibles agujas, son suficiente para asustar a cualquiera, incluso a cierto adultos.
Las lágrimas son especialmente de los varoncitos, porque las nenas en general “fruncen la trompa” pero se aguantan.
En la mañana de hoy se los vio con sus madres en general, muchos de ellos con edad de asistencia a los jardines de infantes y no solamente hay familias esperancinas sino de otras comunidades también, como de la localidad de Franck.
Hay que decir que en Esperanza, a las 14 aproximadamante de hoy se terminó la jornada de vacunación para niños de entre 3 y 12 años. Es decir de las edades de jardines maternales, de infantes y escuela primaria.
Lamentablemente en la jornada de la fecha, poca gente adulta se vacunó, porque muchos faltaron a la cita a pesar de estas comunicados, y se piensa que fue debido al feriado largo.
Hay que citar que en el vacunatorio ubicado en el Centro de Industria y Comercio se vacunó en la jornada de este martes con la primera dosis.
Historias urbanas
Hay en la ciudad ciertos recelos ante la vacuna contra el Covid e historias que resultan hasta verdaderas piezas literarias.
“No me voy a vacunar porque con la vacuna te introducen una minibomba, que en un momento, al activarse intencionalmente una coordinada en las antenas, te hace estallar el cerebro. Con el hisopado pasa lo mismo. Nadie de mi familia se ha vacunado” dice un esperancino, que está en una lista de concejales de la ciudad.
Ni el Futurismo-1904- del italiano Filippo Tommaso Marinetti gozaba de tamaña imaginación. En poesía predica la audacia y la revolución, lo agresivo, el insomnio febril, el salto peligroso y la bofetada irreverente para crear un nuevo orden mundial a partir de la imaginación libre.