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viernes, abril 26, 2024
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“Me encanta mi trabajo y lo hago con amor”

Mencionar Mara Tardioli Alta Costura es referir a trayectoria, diseños exclusivos y calidad. Con 33 años de camino recorrido en la enseñanza de esta disciplina hoy sigue proyectando y, a la vez, cumpliendo sueños.

Al principio de la entrevista, Mara contó que se recibió “en la Escuela Técnica de Humboldt como Profesora de Corte y confección. Después me fui a Rosario y donde estudiaba Diseñadora de modas en el Instituto de Diseñadores de modas de esa ciudad, me ofrecieron dar clases de costura. Es decir, era profesora y alumna a la vez. Personalmente, esta situación me ayudaba para afrontar los costos de mi carrera” comentó.

En este sentido, recordó que “cuando terminé mis estudios, leí en El Colono que la Municipalidad ofrecía cursos de mimbrería y cestería japonesa. Entonces fui a hablar con Carlos Catena, en ese momento Secretario de Cultura y Deportes, para comentarle mi proyecto sobre corte y confección. Le interesó, me dijo que lo iba a ver con el entonces intendente Carlos Fascendini, y al otro día me llamó confirmando que podía iniciar el dictado del curso” ya que esta opción no se brindaba.
“Me acerqué al Municipio para ver cómo iba a ser el desarrollo de la propuesta y en poco tiempo había 105 inscriptas. A ese grupo, tenía que dar clase tres veces por semana, es decir, lo tenía que dividir. El municipio adquirió cuatro máquinas de costura recta y con ese
equipamiento tenía que dar las clases a todas esas personas. Por ello, había más de 30 personas por grupo. Fue una alegría enorme, realmente una convocatoria importante” destacó.
En este sentido, Mara recordó que “durante 18 años ininterrumpidos trabajé con el municipio dando los cursos y siempre fue con muy buena cantidad de participantes. Era mucha gente. Siempre pensaba que si lograba tener mi propia Escuela daría los cursos con poca gente. Era mi sueño y pude alcanzarlo con esfuerzo y sacrificio” anticipó.
Pero su incipiente carrera no se daría sólo en Esperanza. Con el pasar de los días, cargando ilusiones y las expectativas de todo nuevo comienzo, Mara viajó el interior del departamento Las Colonias. “Daba clases en Nuevo Torino; yo llevaba dos máquinas -de costura recta y a pedal- y daba las clases en aula de la escuela. Simultáneamente seguí
dando los cursos en la Municipalidad” aclaró.
Luego, “estuve dando clases en Humboldt durante 9 años y ya no en Nuevo Torino. Posteriormente mi proyecto se instaló en Felicia y en Providencia, a través del Ministerio de Educación; y se sumó después María Luisa” contó orgullosa la entrevistada.
Asimismo agregó que “me convocó Sarmiento. En la recientemente pasada Fiesta del camionero, donde fui convocada como jurado por la Comuna, me preguntaron una vez más si podía llevar adelante los cursos”. Cuando uno trabaja con amor, ofreciendo un proyecto concreto, lo que parecen sueños y desafíos, se hacen realidad. Así ocurrió con el deseo de Mara de abrir su propia Escuela.
En la actualidad, “hay 65 inscriptas listas para comenzar, más 15 en lista de espera. De lunes a viernes dicto los cursos, que se reparten en tres turnos por día. Este año desbordó todo lo pensado; hay mucho interés” confirmó.
La diseñadora cuenta que “cuando armé mi propia escuela, cuando definí mi propuesta que se llama “Proyecto Innovador” y fue presentado al Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, lo pensé en función de preparar profesionales. En este sentido, planteé cómo iba avanzando el alumno, cómo iba aprendiendo y qué se enseñaba. También incorporo en
el diseño de modas para conocimiento de telas, de colores; lo que les queda bien a las personas, cómo se hacen las telas, qué contenido tienen. Todo está incorporado a esa propuesta”.
Este 2023 “transito el cuarto año de mi instituto. Llegar a esto fue el sueño de toda la vida. Me encanta mi trabajo, lo hago con amor. Mis alumnas usan mi maquinaria, le entrego la materia prima para trabajar y tienen una cuota mensual accesible. Tengo alumnas que están trabajando para boutiques de nuestra ciudad, también de Santa Fe y en talleres
propios” comenta.
Al ser consultada sobre esta elección de cursos, Mara comentó que “algunas llegan con la inquietud de aprender a hacer moldes, a tirar la tela sobre la mesa y cortar sobre esa prenda. Otras, prácticamente el 90%, con el objetivo de trabajar, es decir, tener una salida laboral”.
Muchas veces hablamos de alta costura y alta moda. Mara aclara las diferencias entre estas dos “Alta costura refiere al trabajo manual. Todo lo que es artesanal. Hoy se llama alta moda porque es mucho trabajo de maquinaria. Por eso está la diferencia de alta costura y de alta moda. En alta costura se trabaja a mano, en lo que es sastrería, picado de solapa, vestido de novia, por ejemplo. En cambio, alta moda es mucha máquina. Si bien trabajás
vestidos de fiesta, está trabajado con máquina, es poco lo que terminás a mano”.
Alquiler: otro servicio que se destaca
Mara Tardioli, además de ser una marca registrada en alta costura, es un referente en alquiler de prendas.  En este momento “hay un stock de más de 100 vestidos de fiesta; más de 100 de novias y de 15 años. Se suma un stock de 58 vestidos que aparté, para venderlos a buen precio, porque ya no se usan mucho. Se suma la sastrería varonil que incluye 180 trajes” detalló.
Al respecto, señaló que “en diciembre remodelé el espacio de camisas. Sumé 113 camisas nuevas y más de 50 corbatas”.
Según la propia experiencia “hay mucho movimiento de alquiler. Hoy la gente ya no compra mucho este tipo de prenda. Primero por el costo y segundo porque no lo utiliza mucho. Todos sabemos que se usan para casos puntuales”.
El alquiler de vestidos y trajes se produce durante todo el año, no sólo para las numerosas recepciones que llegan al finalizar cada año, sino que hay fiestas de casamientos, de 15 años y otros eventos precisos que se hacen en cualquier momento del año. Y aquí la consulta a Mara es indiscutible para muchos. En este sentido, y para brindar una respuesta
efectiva, la entrevistada no detiene su andar. “Siempre estoy consultando y viendo, para estar a la altura de la moda, lo que se usa y satisfaga a quien llegue a mi lugar”, tanto para alquilar como para quien requiere un vestido de su confección.
La diseñadora trabaja con grandes y chicos. “Me gusta trabajar con gente de todas las edades. Con sastrería de niño arranco a partir del año hasta el talle 76. Ahora logré ubicar el talle 80 así que también contaré con él”.
Y como siempre piensa en brindar más opciones. Mara incorporó al local “mercería, pedrería, bijouterie, accesorios para novias y quinceañeras. También se suman los cintos”.
Mara es contundente en su accionar: “Quiero que de acá salgan bien vestidas; me gusta asesorarlas; soy directa con ellas. Hay gente que es un poco complicada, pero son los menos. Con tiempo, diálogo, paciencia y amor se llega a buen término. Cuando llega una mujer charlamos; se establece un ida y vuelta; y ven que soy igual, y que quiero que se vean bien y satisfechas con la prenda que desean.  Sin ir más lejos, días pasados, una clienta me dijo: ´Me gusta cómo me orientas porque me siento segura´. Y eso para mí es más que suficiente” destacó.
Al ser consultada sobre qué tiene que tener un vestido de fiesta, Mara fue precisa: “Una buena tela, que puede tener piedra o no. Pero una buena tela, con algo de brillo, hace a un muy buen vestido. Más una linda bijouterie lo hace único” afirmó.
Para la diseñadora “es muy importante saber elegir el color. Depende mucho de la persona, del color de su cabello” indicó, aunque también tiene que ver la época del año en el sentido de, por ejemplo, si la persona que llega al Instituto está bronceada o no, le va a quedar mejor determinado color y no otro.
Ahora estoy haciendo una tramitación en el Ministerio para que las alumnas tengan una certificación oficial del Ministerio, porque lo que enseño es a nivel de escuela.
Finalmente Mara refirió aspectos de su trabajo ininterrumpidos. “Son muchos años de trayectoria. Son 40 años de profesión. Cuando era chiquita, hacía la ropa a las muñecas. Empecé a trabajar para mis vecinos a los 14 años. Me hice mi vestido de 15 y también el de novia. Y de ahí en adelante nunca me detuve. Tuve un gran sueño que, tras muchos
años de trabajo, pude lograrlo” destacó.
Al taller de Mara Tardioli llegan clientes de nuestra ciudad, de toda la zona, de Santa Fe, de Paraná también. Transitar el lugar es descubrir telas, máquinas de coser, la remalladora, botones, broches, hilos.
También se ven diseños de ropa urbana, corsetería o vestidos de fiesta.
Todo forma parte de un trabajo que lleva tiempo, pero sobre todo, amor, prolijidad, la atención atenta y personalizada de quien llega al lugar.